miércoles, 20 de marzo de 2013

Villegas: 200 capítulos de una historia fantástica


En Shinnecock Hills, durante el U.S. Open 2004, Camilo Villegas debutó en el PGA Tour.

No es que sea una fecha que se deba celebrar, pero esta semana, en la que Camilo Villegas llega a 200 torneos disputados en el PGA Tour, vale la pena hacer un alto en el camino y mirar atrás por el espejo retrovisor de la vida. Hay que escarbar en la memoria para recordar aquel histórico 17 de junio de 2004, cuando al filo de las 7:50 de la mañana el antioqueño se paró en el ‘tee’ del hoyo 10 del campo del Shinnecock Hills Golf Club de Southampton (Nueva York) y empezó una fabulosa historia que ya nos deparó capítulos inolvidables. El veterano Tom Byrum y el japonés Hidemichi Tanaka fueron sus compañeros de grupo en aquella jornada.

Días antes, exactamente el martes 8 de junio, Villegas fue uno de los 60 jugadores que disputaron los 36 hoyos de clasificación al segundo ‘Major’ de la temporada en el campo del Lake Nona Golf Club de Orlando (Florida). Al caer la tarde, luego de acreditar tarjetas de 68 y 71 golpes, el colombiano logró el sueño dorado: un cupo para el U.S. Open que, a la vez, significaba su debut en el PGA Tour. Con él, el inglés Nick Faldo y el estadounidense Tripp Isenhour se adjudicaron los cupos establecidos en esa eliminatoria. Un día antes, el también antioqueño Óscar David Álvarez, entonces jugador amateur, también había conseguido un lugar en la edición 104 de la cita. En total, 8.726 golfistas aspiraron, pero solo 156 alcanzaron el objetivo propuesto, entre ellos dos colombianos.

Días antes, exactamente el 4 de junio, Villegas había puesto punto final a su brillantísima carrera como amateur. Con una inesperada tarjeta de 78 golpes (+8), completó su participación en el Campeonato Nacional Universitario de Estados Unidos y, de paso, cerró su ciclo por la Universidad de Florida. Concluyó en la casilla 30, con un sabor agridulce, pero también con grandes ilusiones. El comienzo de la carrera profesional de Villegas, el mejor jugador nacional de todos los tiempos, había generado una gran expectativa entre la afición y también en los medios de comunicación. Esa primera salida en el U.S. Open, sin embargo, no tuvo el final feliz que todos esperábamos: el antioqueño fue eliminado al cabo de 36 hoyos, tras acreditar anotaciones de 73-76 (+9).

La historia se repitió días más tarde, con ocasión del Cialis Western Open, en Lemont (llinois) y fue necesario esperar el tercer intento para que Villegas disputara los 73 hoyos previstos. Eso ocurrió en el John Deere Classic, el torneo que tradicionalmente se juega en la misma semana del British Open. Ocho días más tarde, en el B.C. Open disputado en el En-Joie Golf Club de Endicott (Nueva York), logró su primer Top-10: fue séptimo. Al terminar la temporada, Villegas acumulaba 10 torneos en el PGA Tour, aunque su entrada formal al circuito más importante del planeta golf debió postergarse. En efecto, el antioqueño no superó la segunda fase del Q-School y debió mirar a otros horizontes.

Villegas puso de moda su particular estilo de vestirse y de juego.
Como se sabe, gracias a una invitación de los patrocinadores, participó en el Bellsouth Panamá, torneo válido por el Nationwide Tour, en el que ocupó el segundo lugar detrás del veterano Vance Veazey. Tras 26 torneos, que incluyeron 9 Top-10, fue decimotercero de la lista de ganancias y ahí sí, el 30 de octubre de 2005, se convirtió en miembro del PGA Tour. Ingresó con privilegios parciales, pero necesitó solo nueve fines de semana para asegurar la tarjeta. Sendos segundos puestos en el FBR Open y el Ford Doral at Miami (superado por Tiger Woods) y el tercer lugar en el The Players Championship significaron una ruidosa irrupción. Nacía una estrella que encandilaba al mundo del golf con su brillo y en Colombia el país deportivo, por primera vez, ponía sus ojos en esta disciplina poco popular. Y ese, por encima de sus triunfos y de sus actuaciones destacadas, ha sido el trabajo más importante que cumplió Villegas a lo largo de este fantástico camino que esta semana, en el Bay Hill Club & Lodge, de Orlando (Florida), con ocasión del Bay Hill Invitational, registra su escala número 200.

A pesar de las meritorias trayectorias de Eduardo Herrera, especialmente en Japón, y de Marisa Baena, que contabilizaba un triunfo en el LPGA Tour, hasta entonces en el reino de Tiger Woods, el PGA Tour, el nombre de Colombia era prácticamente desconocido. Hoy, casi 9 años más tarde, la historia es bien diferente: el tricolor nacional ya estuvo tres veces en el círculo de los ganadores, cientos de miles de aficionados ondearon los colores de la bandera en muchos campos para darle apoyo al nuevo ídolo y, en el país, el golf dejó de ser la diversión de unos pocos. El impacto del ingreso de Villegas al circuito estadounidense fue tal que hasta la televisión, que hacía caso omiso del golf inclusive durante los ‘Majors’, encontró un nuevo atractivo para ofrecer a los televidentes.

Se vivió una gran explosión mediática, un inusitado interés en la práctica del golf en todos los rincones de la geografía nacional. Niños y jóvenes comenzaron a vestirse como Camilo Villegas, a adoptar sus poses en el campo, a imitar su corte de pelo, una suerte de ‘Villegasmanía’ que permitió que cientos de aficionados al deporte por primera vez se preguntaran qué eso del golf, cómo se juega, qué tan difícil es pegarle a la bolita. Por primera vez en la historia, se hablaba de golf en el país, se daba una incipiente cultura de este deporte, de la mano de las actuaciones de un deportista capaz de romper todos los esquemas y estereotipos conocidos.

Villegas ganó tres torneos den el PGA Tour.
La temporada 2007 marcó un ascenso, con la clasificación a los ‘playoffs’ de la novedosa FedEx Cup, en los que dejó su huella: noveno del Deutsche Bank Championship, séptimo del BMW Championship y noveno del The Tour Championship. Pero, fue en 2008 cuando llegaron las mejores noticias: un noveno puesto en el U.S Open disputado en Torrey Pines y un cuarto lugar en el PGA Championship en Oakland Hills nos avisaron que la victoria estaba cerca. ¿Se acuerdan? Fue el 7 de septiembre, con ocasión del BMW Championship, tercera cita de los ‘playoffs’. Y dos semanas más tarde, cuando la euforia en el país deportivo no se detenía, repitió la gesta: venció al español Sergio García en desempate para adjudicarse el título del The Tour Championship y terminar de segundo en la FedEx Cup ganada por su amigo Vijay Singh.

Alcanzó a figurar en el séptimo lugar del ranquin mundial antes de, por diversas razones, meterse en el espiral que hoy es su carrera deportiva. Tras saborear las mieles de la gloria, Villegas ha conocido también las hieles de la derrota, los sinsabores de no poder alcanzar los objetivos propuestos, la tristeza de recibir críticas injustas y muchas de ellas de mala fe. Hoy aparece en la casilla 281 del escalafón orbital, libra una batalla permanente por recuperar los privilegios completos en el PGA Tour y no son pocos los que, incluidos medios de comunicación y aquellos que lo cortejaban para tratar de sacar provecho de su éxito, le volteraron la espalda.

Lo cierto es que el golf colombiano es uno antes y otro después de que Camilo Villegas se convirtió en jugador profesional y dio su primer golpe en el PGA Tour. Van tres triunfos, tres segundos puestos, siete terceros lugares, 33 Top-10 y 127 cortes superados que se suman en millones de emociones ofrecidas. No importa qué ocurra ahora con su carrera deportiva (esa es harina de otro costal), pues la obra realizada por este deportista para contribuir al desarrollo del golf y a brindar una imagen más positiva y amable del país en el exterior pesa mucho más a la hora del balance. Esta semana, cuando llega a 200 torneos en el PGA Tour (incluidos 15 no oficiales), es una buena oportunidad para hacer un alto en el camino, ver el espejo retrovisor y, como resultado de ese ejercicio, darle las gracias por todos los favores y alegrías recibidas. ¡Sos un grande, Camilo!

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La esquiadora Lindsey Vonn, nueva pareja de Tiger Woods
Tal y como GOLF EN CONTRAVÍA lo comentó en primicia, Tiger Woods está rearmando el rompecabezas de su vida. Primero, en un gran esfuerzo, retomó el rumbo ganador de su carrera deportiva, al punto que está cerca de retomar el número uno que durante tanto tiempo le perteneció. Ahora, el turno fue para la vida sentimental: en las redes sociales, tanto ‘el Tigre’ como la esquiadora estadounidense Lindsey Vonn confirmaron que iniciaron una relación, luego de varios meses de amistad.

“Hemos sido amigos por un tiempo, pero en los últimos meses la relación se ha hecho más estrecha y ahora estamos saliendo juntos. Agradecemos el apoyo y el respeto a nuestra privacidad. Queremos continuar nuestra relación de forma privada como una pareja normal y seguir compitiendo como deportistas”, manifestaron los deportistas a través de internet. A Woods, ahora, solo que resta volver a poner en marcha su carrera por quebrar el récord de Jack Nicklaus, de 18 ‘Majors’ ganados. El Masters de Augusta, que está a la vuelta de la esquina, podría ser el número 15.

Hasta la próxima…

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