lunes, 9 de julio de 2012

De Se Ri Pak a Na Yeon Choi, una marea de triunfos


El lugar que quedó en la historia de aquel U.S. Women's Open de 1998 y de Se Ri Pak.
Siete de las 13 jugadoras que terminaron en el Top-10 (incluidos empates) del U.S. Women’s Open Championship eran jugadoras asiáticas, entre ellas la nueva campeona Na Yeon Choi, de Corea del Sur. El nombre más llamativo de todos, sin embargo, era el de una ‘veterana’: su compatriota Se Ri Pak, que compartió la novena plaza con, entre otras, la estadounidense Cristie Kerr, otra excampeona del torneo femenino más importante de cuantos organiza la United States Golf Association (Usga).

Fue la octava victoria de una jugadora asiática en los últimos 11 ‘Majors’ (72,7 por ciento de efectividad), la vigésima desde aquel épico triunfo de Pak en el LPGA Championship de 2001 y el triunfo número 171 de las golfistas del continente amarillo en el LPGA Tour. Una historia que se inició en el ya lejano 1974, cuando la japonesa Hisako ‘Chako’ Higuchi se alzó con el trofeo del Japan LPGA Golf Classic. Las primeras 17 celebraciones fueron protagonizadas por jugadoras niponas, hasta que la taiwanesa Ai-Yu Tu ganó el Mazda Japan Classic de 1986. La primera surcoreana que visitó el círculo de las ganadoras fue Ok-Hee Ku, en el Standard Register Turquoise Classic de 1988.

Con solo 24 años, pero cara y cuerpo de adolescente, la pequeñita Na Yeon Choi cumplió el sueño que, a través de la televisión, tuvo 14 años atrás. En su Corea del Sur natal, con tan solo 10 años, observó a través de la pantalla chica la victoria de Se Ri Pak en el U.S. Women’s Open de 1998, precisamente en este mismo campo del Blackwolf Run, de Kohler (Wisconsin), que significó un antes y un después para la historia del golf femenino en ese país. Desde entonces, cientos de niñas dejaron la vida tradicional, empuñaron los palos de golf y, con la maleta y el corazón cargados de ilusiones, cruzaron el mundo para llegar a Estados Unidos a triunfar. Y vaya si lo han hecho.

Choi se unió así a So Yeon Ryu (2011), Eun-Hee Ji (2009), Inbee Park (2008), Birdie Kim (2005) y Pak (1998) como las surcoreanas que alguna vez alzaron el Harton S. Semple Trohpy. Son ya 13 las golfistas asiáticas que se consagraron en alguno de los ‘Majors’ del LPGA Tour, lista que también incluye los nombres de Higuchi (LPGA Championship 1977), Ayako Okamoto (LPGA Championship 1992), Grace Park (Kraft Nabisco Championship 2004), Birdie Kim (U.S. Women’s Open 2005), Jeong Jang (Women’s British Open 2005), Yani Tseng (LPGA Championship, 2008, Nabisco Championship 2009, Women’s British Open 2010 y 2011), Inbee Park (U.S. Women’s Open 2008), Jiyai Shin (Women’s British Open 2009), Eun-Hee Ji (U.S. Women’s Open 2009), So Yeon Ryu (U.S. Women’s Open 2011), Sun Young Yoo (Nabisco Championship 2012) y Shanshan Feng (LPGA Championship 2012).

Pak celebra en el desempate contra Jenny Chuasiriporn.
Tanto la de Choi como la de Pak en el Blackwolf Run fueron victorias cargadas de dramatismo. A Se Ri el triunfo casi se le escapa en el propio hoyo 18, después de enviar su bola al agua. Sin embargo, logró lo increíble: con el agua hasta las rodillas, sacó magistralmente su bola hasta el ‘fairway’ y luego embocó un ‘putt’ de 10 metros para asegurarse un lugar en el desempate con la amateur Jenny Chuasiriporn. El día lunes, en el ‘playoff’ a 18 hoyos, arrancó mal, logró reponerse para alargar hasta el hoyo 21 y, en medio de gran suspenso, embocó un ‘birdie’ desde 6 metros para acreditarse la victoria y entrar a la historia como la ganadora más joven del U.S. Women’s Open Championship hasta entonces.

El domingo pasado, tras 9 hoyos, Amy Yang, otra surcoreana, solo había conseguido descontarle un golpe a Choi, de los 6 impactos que las separaban al comienzo de la ronda. Pero, de manera inesperada, al abandonar el ‘green’ del 10 quedó a solo 2 de la punta, en carrera por el campeonato. Choi envió su tiro de salida a los árboles y no tuvo más remedio que firmar un doloroso triple ‘bogey’. Sin embargo, cuando todos pensaban que el torneo estaba abierto y vislumbraban un final cerrado, la líder se repuso de inmediato y puso todo en orden: logró un ‘birdie’ en el 11, un milagroso par en el 12 y anotó dos descuentos más en el 15 y 16 para consolidar la ventaja, de modo que el error del 18 no impidió su triunfo.

Si bien desde los años 80 las asiáticas le dieron un tinte distinto y especial al LPGA Tour, en lo que algunos denominaron la ‘invasión asiática’ o la ‘mancha amarilla’, la influencia de estas talentosas jugadoras se hizo más evidente desde los retiros de la sueca Annika Sorenstam y de la mexicana Lorena Ochoa, las anteriores número uno del mundo. Sin la azteca en el campo de juego, desde el comienzo de la temporada 2010, en el circuito femenino estadounidense se disputaron 62 torneos, de los cuales 35 (el 56,45 por ciento) significaron sendas victorias de las asiáticas, es decir, una cada dos citas en promedio.

La lista de ganancias, además, también es acaparada por esas jugadoras: Ai Miyazato, Yani Tseng y Na Yeon Choi son primera, segunda y tercera, respectivamente, y hay otras cinco en el Top-10 (las únicas ‘extrañas’ son la estadounidense Stacy Lewis, cuarta, y la española Azahara Muñoz, quinta). Y, por si todo esto fuera poco, en el Rolex Rankings, el escalafón mundial, por 74 semana consecutiva lo comanda Tseng seguida de Choi, por delante de Lewis, Miyazato y Feng, que completan el Top-5. Amy Yang, Sung Ju Ahn y Jiyai Shin también aparecen en el Top-10. En ese listado, hay 34 surcoreanas en el Top-100 y 141 en el Top-500.

Na Yeon Choi, la nueva campeona.
Que no son físicamente atractivas como las estadounidenses, las europeas o las latinas; que no poseen el carisma de Sorenstam, Ochoa y compañía; que no tienen buena relación con los medios de comunicación, dado que no hablan el inglés con fluidez; que su juego es demasiado ‘mecánico’ (¿o metódico?) y no brindan mayor espectáculo… Sus críticos se han empeñado en encontrarles defectos, pero a fuerza de victorias, especialmente en los ‘Majors’, lo cierto es que las golfistas asiáticas dominan a su antojo el LPGA Tour. Una hegemonía que, por lo pronto, nadie sabe hasta cuándo durará, pues no se vislumbra una jugadora con la fuerza necesaria para destronarlas y cambiar el rumbo actual de la historia.

Aunque desde 2005, aquejada por lesiones, Se Ri Pak perdió por completo su juego y antes, en 1999, había sido hospitalizada por agotamiento físico y mental, ya el éxito de su trabajo estaba garantizado. No solo es la asiática con más victorias en el LPGA Tour (25, con 5 ‘Majors’), sino también la ‘mamá’ de esta nueva generación de ganadoras (ella prefiere considerarse la ‘hermana mayor’). Tras recuperarse, en 2006 ganó el McDonald’s LPGA Championship y volvió a ser la heroína nacional en su país de origen (hay hasta historietas que cuentan su vida). Es una leyenda viviente, la miembro más joven del Hall de la Fama, la pionera y responsable de esta singular explosión asiática en el circuito estadounidense. Justamente el espejo en el que se miró Na Yeon Choi en aquel 1998…

Hasta la próxima…

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