jueves, 28 de junio de 2012

Un cadi tramposo, noticia de primera plana


El español José Manuel Lara fue la víctima del incidente (fotos tomadas de Internet)
Camino del Golf Club Gut Larchenhof, de Colonia (Alemania), a Matias Vinson le ocurrió algo común en el mundo moderno: se vio envuelto en un trancón que fue apenas el primer inconveniente del peor día de su vida. Producto de ese incidente, llegó tarde para ponerse a órdenes de su jefe, el golfista español José Manuel Lara, uno de los participantes en el BMW International Open, el segundo torneo más importante del Tour Europeo después del British Open.

Afortunadamente para Vinson, Lara estaba programado en el antepenúltimo grupo del día por el ‘tee’ del hoyo 1, junto con el irlandés Damien McGrane y el sueco Peter Hedbom, a las 2:10 de la tarde, y no corrió riesgos de sufrir una penalización o, peor,  una descalificación por no empezar el juego a la hora señalada. Pero, la pesadilla estaba a punto de comenzar y al final del día Vinson fue suspendido de manera indefinida por el circuito y a Lara lo descalificaron tras firmar una tarjeta de 73 golpes (+1).

Por cuenta de la inesperada demora, Vinson no tuvo tiempo de cumplir a cabalidad con una de las tareas básicas de cualquier cadi, más en el caso del que le carga los palos a un jugador profesional: revisar la talega. Fue solo en el hoyo 2 que Vinson se dio cuenta de que habían iniciado el recorrido con 15 palos en la bolsa, es decir, uno más de los permitidos por el reglamento. Pero, a diferencia de lo que marca el sentido común, decidió realizar una jugada que lo convirtió en la noticia de primera plana y en un protagonista tristemente célebre.

Lo normal es que Vinson le comunicara el error a Lara y este a los oficiales del torneo, para que aplicaran el reglamento. Sin embargo, optó por una salida insólita: durante el trayecto del hoyo 2, un par 4 de 425 yardas, se alejó del grupo y se internó en los arbustos. Su intención era dejar escondido allí el palo sobrante, objetivo que consiguió en un principio. Su rara actitud y, especialmente, el nerviosismo que reflejó a lo largo de los 18 hoyos, despertó las sospechas de McGrane y Hedblom.

El oficio de cadi quedó en la picota pública.
Requerido por el irlandés y el sueco, Vinson reconoció que había cometido un error y que se había dado la irregularidad en los dos primeros hoyos. Entonces, de acuerdo con lo establecido en el reglamento, Lara sufrió una penalización de dos golpes por cada uno de los dos hoyos, y debió anotarse dolorosos doble ‘bogeys’ en los hoyos 1 y 2. Una situación terriblemente incómoda que afectó el recorrido del grupo ese jueves, aunque no perjudicó el resultado deportivo de Lara, que en los restantes 16 hoyos anotó cuatro ‘brdies’ y un solo ‘bogey’.

Tan pronto el español entregó la tarjeta, sin embargo, ocurrió lo inesperado. Enterados de lo ocurrido, los oficiales del torneo procedieron a citar tanto a Vinson como a los demás jugadores y cadis del grupo. Lara, que en un principio asumió con resignación la equivocación de su cadi, no pudo dar crédito a los hechos cuando Vinson, abrumado por la culpa y las evidencias en su contra, lo confesó todo. Reconoció que había 15 palos en la talega y, también, que intentó ‘corregir’ el error escondiendo el sobrante entre los arbustos.

Si bien se pudo establecer que Lara nada tenía que ver con la conducta de su cadi, está claro que el jugador es el directo responsable de lo que hay en su talega y de la conducta de su compañero en el campo de juego. Por eso, los jueces procedieron a descalificarlo y determinaron suspender indefinidamente a Vinson, al encontrar que su conducta no solo reñía abiertamente con las reglas del juego, sino que no tenía justificación alguna. Aunque todavía no se conoce una decisión definitiva, en los medios de comunicación alemanes y europeos se especuló todos estos días con una sanción de por vida para el cadi que se las tiró de ‘vivo’.

“Cuando vi que se fue para los arbustos, pensé que era por cosas de la naturaleza (que iba a orinar), por eso no le di mayor trascendencia al hecho”, fue lo único que atinó a decir un confundido Lara tras conocer la decisión de los jueces. Irónicamente, él fue el segundo jugador español descalificado en un torneo en Alemania por culpa de su cadi. Hace unos años, la víctima fue Ignacio Garrido, con el agravante que fue despojado del título que había ganado en el campo. Pello Iguarán, su cadi, como Vinson, tampoco se percató de que llevaba en la talega más palos de los permitidos por el reglamento.

John Paramor, jefe árbitro del Tour Europeo, dijo que “era evidente que el palo salió de la bolsa y apareció en el arbusto al mismo tiempo. Él (Vinson) lo admitió y se arrepintió”. Y agregó que “hablamos con el jugador y somos perfectamente conscientes de que él no sabía que lo había pasado. Su cadi pensó que estaba haciendo lo correcto en aquel momento, pero es un claro error. Le hemos pedido que no vuelva a suceder”. No se sabe si Lara continuará con Vinson como ‘partner’ o decida contratar los servicios de alguno otro.

El inglés Danny Willett fue el ganador del torneo en Alemania.
“No tenía ni idea de que llevábamos 15 palos en la bolsa. Me lo contó mi cadi cuando estábamos en mitad del hoyo 2. Vino hacia mí muy nervioso desde los arbustos y me dijo que había 15 palos en la bolsa. Mi primera reacción fue aceptarlo y decirle que debíamos asumirlo. Después ya me dijo que la había embarrado, porque intentó tirar el palo entre los arbustos. No sé qué le pudo pasar, estaba como ‘shockeado’. Yo no entendía nada y los 16 hoyos siguientes fueron muy tensos, ni siquiera hablamos. Es una situación muy desagradable, que a mí también me salpica porque el jugador es responsable de su equipo”, afirmó Lara.

Al final, el torneo fue ganado por el inglés Danny Willett, que de esta manera obtuvo su primer triunfo en el circuito. Tras acreditar 277 golpes (-11) al cabo de los 72 hoyos disputados, Willett igualó con el australiano Marcus Fraser, que con una tarjeta de 71 impactos (-1) alcanzó la punta del tablero de posiciones, y debió disputar un desempate. En los tres primeros tránsitos por el par 4 del hoyo 18 se mantuvo la paridad (par-‘bogey’-par), hasta que Fraser se equivocó de nuevo y permitió la celebración de Willett. Ese dramático desenlace, sin embargo, quedó en un segundo plano, porque tanto en Alemania como en Europa entera los medios de comunicación y los aficionados al golf solo hablaban del insólito incidente del cadi de José Manuel Lara.

Este lamentable incidente, del que todavía se comenta en el Viejo Continente, demuestra que en cualquier campo del mundo hay personajes que desconocen la esencia del juego de golf. Lo más valioso, sin embargo, fue la actitud de McGrane y Hedblom, que tuvieron la entereza para denunciar al tramposo sin importar qué podrían decir Lara o los demás jugadores. Más que el reglamento, a nuestros jóvenes lo que debemos enseñarles, para que no se vean envueltos en esta clase de incidentes que marcan un lugar en la carrera del deportista, esa a actuar de manera decente y responsable ante la trampa. Lo que hay que entender es que aquel que calla es tan culpable como el que comete la irregularidad.

Hasta la próxima…

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