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El español José Manuel Lara fue la víctima del incidente (fotos tomadas de Internet) |
Camino del
Golf Club Gut Larchenhof, de Colonia (Alemania), a Matias Vinson le ocurrió
algo común en el mundo moderno: se vio envuelto en un trancón que fue apenas el
primer inconveniente del peor día de su vida. Producto de ese incidente, llegó
tarde para ponerse a órdenes de su jefe, el golfista español José Manuel Lara, uno
de los participantes en el BMW International Open, el segundo torneo más
importante del Tour Europeo después del British Open.
Afortunadamente
para Vinson, Lara estaba programado en el antepenúltimo grupo del día por el ‘tee’
del hoyo 1, junto con el irlandés Damien McGrane y el sueco Peter Hedbom, a las
2:10 de la tarde, y no corrió riesgos de sufrir una penalización o, peor, una descalificación por no empezar el juego a la
hora señalada. Pero, la pesadilla estaba a punto de comenzar y al final del día
Vinson fue suspendido de manera indefinida por el circuito y a Lara lo
descalificaron tras firmar una tarjeta de 73 golpes (+1).
Por cuenta
de la inesperada demora, Vinson no tuvo tiempo de cumplir a cabalidad con una
de las tareas básicas de cualquier cadi, más en el caso del que le carga los
palos a un jugador profesional: revisar la talega. Fue solo en el hoyo 2 que
Vinson se dio cuenta de que habían iniciado el recorrido con 15 palos en la
bolsa, es decir, uno más de los permitidos por el reglamento. Pero, a diferencia
de lo que marca el sentido común, decidió realizar una jugada que lo convirtió en
la noticia de primera plana y en un protagonista tristemente célebre.
Lo normal
es que Vinson le comunicara el error a Lara y este a los oficiales del torneo,
para que aplicaran el reglamento. Sin embargo, optó por una salida insólita:
durante el trayecto del hoyo 2, un par 4 de 425 yardas, se alejó del grupo y se
internó en los arbustos. Su intención era dejar escondido allí el palo
sobrante, objetivo que consiguió en un principio. Su rara actitud y,
especialmente, el nerviosismo que reflejó a lo largo de los 18 hoyos, despertó las
sospechas de McGrane y Hedblom.
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El oficio de cadi quedó en la picota pública. |
Requerido
por el irlandés y el sueco, Vinson reconoció que había cometido un error y que se
había dado la irregularidad en los dos primeros hoyos. Entonces, de acuerdo con
lo establecido en el reglamento, Lara sufrió una penalización de dos golpes por
cada uno de los dos hoyos, y debió anotarse dolorosos doble ‘bogeys’ en los
hoyos 1 y 2. Una situación terriblemente incómoda que afectó el recorrido del
grupo ese jueves, aunque no perjudicó el resultado deportivo de Lara, que en
los restantes 16 hoyos anotó cuatro ‘brdies’ y un solo ‘bogey’.
Tan pronto
el español entregó la tarjeta, sin embargo, ocurrió lo inesperado. Enterados de
lo ocurrido, los oficiales del torneo procedieron a citar tanto a Vinson como a
los demás jugadores y cadis del grupo. Lara, que en un principio asumió con
resignación la equivocación de su cadi, no pudo dar crédito a los hechos cuando
Vinson, abrumado por la culpa y las evidencias en su contra, lo confesó todo. Reconoció
que había 15 palos en la talega y, también, que intentó ‘corregir’ el error
escondiendo el sobrante entre los arbustos.
Si bien se
pudo establecer que Lara nada tenía que ver con la conducta de su cadi, está
claro que el jugador es el directo responsable de lo que hay en su talega y de
la conducta de su compañero en el campo de juego. Por eso, los jueces
procedieron a descalificarlo y determinaron suspender indefinidamente a Vinson,
al encontrar que su conducta no solo reñía abiertamente con las reglas del
juego, sino que no tenía justificación alguna. Aunque todavía no se conoce una
decisión definitiva, en los medios de comunicación alemanes y europeos se
especuló todos estos días con una sanción de por vida para el cadi que se las
tiró de ‘vivo’.
“Cuando vi
que se fue para los arbustos, pensé que era por cosas de la naturaleza (que iba
a orinar), por eso no le di mayor trascendencia al hecho”, fue lo único que atinó
a decir un confundido Lara tras conocer la decisión de los jueces.
Irónicamente, él fue el segundo jugador español descalificado en un torneo en
Alemania por culpa de su cadi. Hace unos años, la víctima fue Ignacio Garrido,
con el agravante que fue despojado del título que había ganado en el campo.
Pello Iguarán, su cadi, como Vinson, tampoco se percató de que llevaba en la
talega más palos de los permitidos por el reglamento.
John
Paramor, jefe árbitro del Tour Europeo, dijo que “era evidente que el
palo salió de la bolsa y apareció en el arbusto al mismo tiempo. Él (Vinson) lo
admitió y se arrepintió”. Y agregó que “hablamos con el jugador y somos
perfectamente conscientes de que él no sabía que lo había pasado. Su cadi pensó
que estaba haciendo lo correcto en aquel momento, pero es un claro error. Le
hemos pedido que no vuelva a suceder”. No se sabe si Lara continuará con Vinson
como ‘partner’ o decida contratar los servicios de alguno otro.
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El inglés Danny Willett fue el ganador del torneo en Alemania. |
“No tenía ni idea de que llevábamos 15 palos en la bolsa. Me
lo contó mi cadi cuando estábamos en mitad del hoyo 2. Vino hacia mí muy
nervioso desde los arbustos y me dijo que había 15 palos en la bolsa. Mi
primera reacción fue aceptarlo y decirle que debíamos asumirlo. Después ya me
dijo que la había embarrado, porque intentó tirar el palo entre los arbustos.
No sé qué le pudo pasar, estaba como ‘shockeado’. Yo no entendía nada y los 16
hoyos siguientes fueron muy tensos, ni siquiera hablamos. Es una situación muy
desagradable, que a mí también me salpica porque el jugador es responsable de
su equipo”, afirmó Lara.
Al final, el torneo fue ganado por el inglés Danny Willett,
que de esta manera obtuvo su primer triunfo en el circuito. Tras acreditar 277
golpes (-11) al cabo de los 72 hoyos disputados, Willett igualó con el
australiano Marcus Fraser, que con una tarjeta de 71 impactos (-1) alcanzó la
punta del tablero de posiciones, y debió disputar un desempate. En los tres
primeros tránsitos por el par 4 del hoyo 18 se mantuvo la paridad (par-‘bogey’-par),
hasta que Fraser se equivocó de nuevo y permitió la celebración de Willett. Ese
dramático desenlace, sin embargo, quedó en un segundo plano, porque tanto en
Alemania como en Europa entera los medios de comunicación y los aficionados al
golf solo hablaban del insólito incidente del cadi de José Manuel Lara.
Este
lamentable incidente, del que todavía se comenta en el Viejo Continente,
demuestra que en cualquier campo del mundo hay personajes que desconocen la
esencia del juego de golf. Lo más valioso, sin embargo, fue la actitud de
McGrane y Hedblom, que tuvieron la entereza para denunciar al tramposo sin
importar qué podrían decir Lara o los demás jugadores. Más que el reglamento, a
nuestros jóvenes lo que debemos enseñarles, para que no se vean envueltos en
esta clase de incidentes que marcan un lugar en la carrera del deportista, esa
a actuar de manera decente y responsable ante la trampa. Lo que hay que
entender es que aquel que calla es tan culpable como el que comete la
irregularidad.
Hasta la próxima…
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