martes, 11 de diciembre de 2012

Ariel Cañete, un viejo conocido que llega al Web.com Tour



Ariel Cañete celebró el segundo triunfo de la temporada (Fotos: PGA Tour-LA).

Pareció más fácil de lo que en realidad fue: Ariel Cañete, un jugador nacido en Santa Teresita (Argentina) hace 37 años y profesional desde 1995, se ganó el premio mayor del PGA Latinoamérica en su temporada inaugural. El pasado fin de semana, en un emocionante final, aseguró el segundo título de la temporada, el del Olivos Golf Classic-Copa Personal, y se adjudicó por anticipado la Orden de Mérito. Con un solo certamen por disputar, esta semana, quedan por definir los otros cuatro jugadores, estos con privilegios condicionales, que actuarán en 2013 en el Web.com Tour.

Cañete, que ocupaba el primer lugar de listado por dinero con holgada ventaja, acumula 89.860 dólares al cabo de diez torneos. Acredita casi 30 mil dólares de ventaja sobre su compatriota Clodomiro Carranza, por lo que ya es indestronable en virtud de que el premio al ganador es de 22.500 dólares. El próximo domingo, cuando concluya la temporada en el Nordelta Golf Club, donde se realizará el Abierto de la República Argentina, recibirá el carné que le permitirá jugar con privilegios completos en el circuito alterno del PGA Tour el año venidero.

Tras una importante trayectoria como amateur (que incluyó tres títulos del Campeonato Suramericano de Mayores ‘Copa Los Andes’ y otro del Juvenil), Cañete saltó al profesionalismo en 1995. Contaba menos de 20 años, pero vislumbraba un futuro promisorio. A finales de ese año, jugó la final del Q-School del PGA Tour y logró privilegios condicionales para el entonces llamado Nationwide Tour, pero no jugó. En 1996, probó suerte al otro lado del Atlántico y logró el carné para el Tour Europeo: participó en 17 torneos y solo superó cinco cortes, con un puesto 31 como mejor figuración. No pudo revalidar los privilegios y, entonces, entró en un espiral que le hizo conocer la otra cara de la moneda, la de las dificultades continuas.

Entonces, el que prometía ser un gran jugador profesional se convirtió en uno más, en uno del montó, y comenzó a divagar por diferentes circuitos de menor categoría hasta que abrió 2007 con una inesperada victoria en el Joburg Open, en Suráfrica. Parecía que, por fin, iba a despegar y mostrar todo su talento, ya al borde de los 30 años. Sin embargo, varias lesiones lo aquejaron, le impidieron mantener el buen nivel y tropezó con la misma piedra. Recaló en el Tour de las Américas, que este año se transformó en el PGA Tour Latinoamérica, circuito al que ingresó por ocupar el noveno lugar de la Orden de Mérito de la última campaña.

Clodomiro Carranza, segundo en la Orden de Mérito.
Quienes lo conocen y han seguido de cerca su carrera dicen que posee un ‘swing’ compacto y se caracteriza por un contacto casi perfecto en cada uno de sus golpes. Recalcan, así mismo, que el ‘putter’ es su gran dolor de cabeza, así como la falta de confianza y de convicción. Esta oportunidad del PGA Tour Latinoamérica la encaró como quizás la última que el golf y la vida le permitían para demostrar toda su valía y ahora no falló. Como no falló el domingo, cuando libró un emocionante duelo con Carranza, que se resolvió en su favor cuando este cometió un ‘bogey’ en el hoyo 16; eran dos golpes con dos hoyos por jugar y Cañete se preocupó de cerrarles la puerta a los milagros.

Cuando Cañete entregó su tarjeta, en el campo todavía estaba Fabián Gómez, el único jugador que le podía arrebatar la victoria. El chaqueño, que venía de recibir su carné del PGA Tour para le temporada 2013 por la vía del Q-School, echó a perder sus opciones con un doble ‘bogey’ al 16. Entonces, solo fue cuestión de tiempo, de que todos los jugadores terminaran su recorrido para que Cañete pudiera celebrar no solo la victoria, sino especialmente su cupo al Web.com Tour. Un triunfo que, así mismo, le garantizó un lugar en la historia de la gira latinoamericana: es el primer golfista con victorias múltiples. El golf le brindó una nueva chance y no la desperdició. A los 37 años, cuando ya muchos están de vuelta, tiene la posibilidad de jugar toda la temporada del circuito alterno estadounidense y, por qué no, soñar con llegar al máximo nivel en 2014.

De manera irónica, el PGA Tour Latinoamérica, que fue vendido como el circuito ideal para descubrir nuevos talentos en la región, está a punto de consagrar a cuatro ‘veteranos’. De hecho, podrían ser cinco, si Sebastián Fernández consigue el triunfo en el Abierto de la República y Tomás Cocha no supera el corte. Carranza, el mexicano Óscar Fraustro y Matías O’Curry, que también aseguraron su concurso en el Web.Com Tour en 2013, pero con privilegios condicionales, ya superaron la barrera de los 30 años y acreditan casi una década en el golf profesional. Es decir, no son descubrimiento alguno. El único que podría entrar en esa categoría es Cocha, justamente el primer ganador de la historia del circuito, que cuenta 21 años.

No se puede desconocer que sí han aparecido jóvenes jugadores que hasta hace poco apenas eran conocidos en sus países o que ni siquiera habían abandonado las toldas amateur y que en estos diez torneos dejaron claro que poseen las condiciones para forjar una carrera profesional de alto vuelo. El caso más significativo es el del mexicano Sebastián Vázquez, que el pasado mes de octubre se había consagrado como el mejor jugador de la Copa Eisenhower, versión masculina del World Amateur Team Championship, en Turquía, y en Puerto Rico logró su primer éxito rentado. Él, como tantos otros, sin embargo, necesita tiempo para consolidarse y, sobre todo, para alcanzar regularidad en su juego.

Ángel Cabrera y Jhonattan Vegas, que defiende el título.
Lo sintomático es que, a medida que transcurrieron los torneos, el PGA Tour Latinoamérica, muy a pesar de algunos de sus manejadores, cada vez se pareció más al extinto Tour de las Américas. Los jóvenes fueron perdiendo el impulso, naufragaron en la irregularidad y, por el contrario, la consistencia y la madurez les permitió a los veteranos, en este caso los mayores de 30 años, acaparar los puestos de privilegio. Aunque a algunos les dolió mucho que se dijera que la gira era un refrito del TLA, el paso de los días demostró que era cierto, al menos en lo que a nombres se refiere. Porque en cuanto a organización, la mano del PGA Tour puso el listón en un nivel que, en nuestros países, es prácticamente imposible de alcanzar cuando se trabaja de la mano con las federaciones nacionales.

El PGA Tour Latinoamérica, que estaba amenazado por la gran cantidad de ‘rellenos’ que ingresaron a los ‘fields’ de las últimas citas, tendrá un cierre por lo alto. Con ‘el Pato’ Ángel Cabrera como invitado de honor, el Abierto de la República Argentina es, por tradición, historia y palmarés, el certamen más importante de cuantos se disputan en Suramérica. Y esta vez, claro, no será la excepción. Más allá de conocer el nombre del último ganador de la temporada, la atención estará centrada en saber si Cocha puede sostenerse y logra meterse en el Top-5 que jugará en 2013 en el Web.com Tour o si, por el contrario, Sebastián Fernández o el colombiano Andrés Echavarría dan el batacazo y le arrebatan el lugar.

Hasta la próxima…

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